El Monasterio de San Pedro de Rodas es el único monumento que por su importancia hemos hecho una presentación del exterior y ahora hacemos otra del interior.
Es el tesoro que preside todo el Alto Ampurdán, el diamante más hermoso de entre todas las joyas, una experiencia que no puedes dejar de realizar cuando visites la comarca.
Si ya por fuera la experiencia es formidable por dentro te conmoverá.
Todo el entorno te transporta a una época de esplendor del románico, hombres que hicieron esta obra titánica en un lugar recóndito y difícil de acceder, y todo, sin ahorrarse nada en embellecerlo para una contemplación trascendente.
Te podrás pasear por espacios de grandes proporciones que cuelgan en la ladera de la montaña sobre la costa, las vistas espectaculares forman parte del universo que se creó, nada es por azar, es un derroche de trabajo, arte y belleza que en muy pocos lugares podrás saborear.
Te aconsejo que avances muy poco a poco, mira todo, estúdialo, recréate en la hermosura de sus formas.
Y si puedes, déjate llevar por un guía que te explique bien la historia, disfruta y sumérgete en aquel mundo de hombres excepcionales que hicieron lo imposible.
Cerca del monasterio se puede visitar la Ermita y poblado de Santa Elena y el Castillo de San Salvador, así como varios dólmenes de época megalítica.
Descubre los pueblos Selva de Mar y Port de la Selva.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
Dificultad de la ruta o acceso
Se puede subir al monasterio desde dos poblaciones: Una desde Vilajuïga y otra desde Port de la Selva, contando ambos accesos con aparcamientos gratuitos muy cerca del monasterio.
Dirección Monasterio de Sant Pere de Rodes, Camí del Monestir, España
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