Playa Jóncols

Apartada y medio escondida, la playa Jóncols aparece después de unos kilómetros por un camino sin asfaltar, por lo que no suele estar llena de gente y es un verdadero alivio que haya mucho espacio entre personas, por eso vale la pena hacer el pequeño esfuerzo de llegar.

La playa es de canto rodado, pero tiene la curiosidad de que de tanto pisarlos se ha creado un suelo empedrado muy fácil de caminar.

Otra ventaja es que, si quieres, no tienes que cargar con la sombrilla porque hay un grupo de pinos grandes que dan una sombra estupenda.

Además, justo detrás hay una barra de bar, que funciona solo en verano, perteneciente al hotel. No es un chiringuito, es una barra de bar con mucho encanto.

El agua de playa Jóncols

Bañarse en este tipo de playa rocosa es garantía de encontrar agua muy limpia y fresca como es el caso.

Hay unas rocas a la izquierda de la playa, según se mira al mar, por donde poder caminar con calzado de agua.

Y en el extremo opuesto y durante el verano, hay un barco de paseo para hacer excursiones por la costa cercana.

Es realmente una muy buena opción para estar tranquilo y disfrutar del agua de la Costa Brava en su esencia, todo acompaña para la relajación y la quietud.

Y si lo deseas, te puedes quedar a comer en el Hotel Jóncols y, claro está, si es a pasar unos días mejor aún.

Muy cerca está platja del Canadell y al otro lado de Cap Norfeu está Cala Pelosa y Cala Montjoi.