Cala Pelosa, playa excepcional

Seguramente has estado en playas muy urbanizadas con edificios haciendo de muro de hormigón con cientos de personas haciendo lo mismo que tú.

Bueno, pues hay una solución para que te lleves una experiencia de playa excepcional.

Se trata de Cala Pelosa, una pequeña playa que se esconde por la costa al norte de Rosas, una zona salvaje, sin construcciones, de una belleza ampurdanesa irrepetible.

Impresiona ver el mar abrazado por la mole del Cabo Norfeu al norte y las diferentes puntas, que se adentran como cuchillos en el mar, destacando la Punta Falconera más al sur.

Cómo es la playa Pelosa

La luz del sol ilumina el agua cerca del rompeolas creando reflejos que se mueven hipnóticamente, en una transparencia en la que casi no necesitarás gafas de buceo para ver la arena que pisas bajo el agua y los peces.

La playa es de arena así que si quieres puedes ir descalzo, pero aun así te aconsejo que te lleves calzado náutico para que puedas investigar diferentes rincones entre las rocas; pequeñas oquedades, mini calitas y plataformas rocosas semi sumergidas, alfombradas de un tipo vegetal marino de color anaranjado que el mar va ondulando según llegan las olas.

Comer en Cala Pelosa

El gran atractivo que tiene esta cala para muchas personas es el restaurante “Chiringuito La Pelosa”, que está situado un poco elevado sobre el rompeolas permitiendo así tener, mientras comes, unas vistas sobre el mar impresionantes.

Los comienzos del chiringuito fueron humildes y sencillos, pero ha sido tan impresionante su éxito, por la ubicación, el entorno, las vistas y la buena comida, que se ha ido ampliando con diferentes terrazas.

Te recomiendo, si has comido ahí, hacer una siesta en una zona de unos pocos pinos que hay en un extremo de la cala.

Dormir escuchando las olas de fondo, bajo la protección de un gran pino, no tiene precio.