A las afueras de Llançà, en dirección a la frontera, hay una serie de playas y calas que son la excusa ideal para hacer un plan de medio día, aunque, en verano, yo recomiendo hacerlo con la luz suave de la mañana, temprano, antes de que el sol esté alto.
Mi propuesta es hacer un paseo caminando, enlazando la playa Canyelles y playa Garvet por el camino de Ronda.
Propongo que salgas de Canyelles porque es la playa más cercana a Llançà.
En Canyelles hay una pequeña urbanización por donde podrás buscar un sitio para aparcar el coche sin tener que pagar.
Verás que esta playa no está muy concurrida, esto es debido a que hay mucha roca sumergida cuando entras en el agua y es un poco inconveniente, pero con un calzado de agua se resuelve perfectamente.
Hay un pinar donde poder descansar del fuerte sol de verano, y quizás hacer una siesta a la sombra.
Por lo demás, la playa es preciosa y las vistas a Llançá y Port de la Selva no te dejarán indiferente.
Ve al extremo norte de la playa Canyelles y verás el camino de Ronda que va pegado a la costa, la primera sorpresa es espectacular.
A tus pies aparece un agujero en forma de cráter con una sola entrada de agua. Y digo que parece un cráter por su forma circular y las rocas negras que podrían ser lava.
Hay dentro una mini calita donde poder estar. La sensación es la de estar en una gran piscina natural pero totalmente salvaje. Aquí te aconsejo un baño, ¡lo disfrutarás!
El sendero continúa entre hierbas y pinos hasta la siguiente cala, a la que te puedes asomar con cuidado desde arriba de un acantilado. Si te gusta estar casi solo, ¡este es tu lugar!
Más adelante, una vez dejando los pinos, podrás descubrir algún rincón de arena, pero ahora el paisaje es lunar, solo hay roca pelada. Camina por encima de ella y sube al mirador que hay en el extremo, las vistas son espectaculares, es una fusión de azules celeste y marino, de cielo y mar.
Desde aquí verás los acantilados que se llaman “Los tres pecados”, quizás por lo grandes que son.
Pasado este punto pasarás por encima de dos calas preciosas que miran al norte, esto quiere decir que son imposibles de estar si sopla tramontana fuerte. Verás lo fuerte que llega a soplar el viento que en esta vertiente hay muchos pinos que forzados por el ímpetu del viento naden arrastrándose por el suelo.
El último tramo es un sendero sinuoso por dentro del pinar pegado a las rocas, junto al azul marino que se ve a través de los árboles.
Al final llegarás a la playa de Garvet, aquí tienes un merecido baño y algo fresquito para beber en el chiringuito que hay.
Para la vuelta puedes repetir el mismo trayecto que será nuevo por verlo al revés.
Y si quieres, puedes acortar por en medio del bosque de pinos de la derecha, por el que discurre un camino directo a la playa de Canyelles.
Para saber más sobre la playa Garvet lee este artículo.
Y también te cuento cómo puedes llegar a playa Canyelles desde Rosas aquí.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
¿Qué material necesitas?
Calzado de agua ya que hay mucha roca sumergida cuando entras en el mar.
Dificultad de la ruta o acceso
Para tener en cuenta: Hay puntos de acantilado en los que se ha de vigilar a los niños.
Dónde dejar el coche
En Canyelles hay una pequeña urbanización por donde podrás buscar un sitio para aparcar el coche sin tener que pagar.
Dirección Platja de Canyelles, España
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