Paraíso en Cala Jugadora

Dentro del Parque Natural del Cap de Creus, y situada en la zona de protección integral, se encuentra una de las pocas calas a las que se puede acceder a causa de la preservación de la zona, pero es una cala de una belleza extrema.

Hay que caminar un poco para llegar a este pequeño paraíso, no te arrepentirás del pequeño esfuerzo.

Arena fina, agua transparente entre tonalidades turquesas, azules y esmeraldas… para que tu baño sea como un baño entre piedras preciosas.

Todo el Cabo de Creus está pelado, es rocoso y pocos árboles prosperan a las inclemencias y el rigor de la tramuntana, pero justo en este rincón, protegidos por las rocas, han crecido desafiantes pinos cercanos al agua para que te beneficies de su sombra, que por estos lugares escasea.

Es un agua para relajarse, para olvidarse de que existen los problemas.

La alegría de la luz y los colores del agua dejarán como nuevo tu ánimo, quizás cansado, del trabajo y el estrés del día a día.

Antes de ir a Cala Jugadora

Es imprescindible leer las restricciones del Parque, sobre todo, durante la época estival. Hay forma de llegar, pero la programación es fundamental para que no te lleves sorpresas.

Todas las explicaciones y posibilidades las podrás consultar en su página web y Facebook.  

Ya os hablé en su día sobre Cala Jugadora, pero es que es una de mis playas favoritas.

Si te animas a la aventura, visita la Cova de l’Infern.

Otras calas del Cap de Creus que recomiendo son Cala de Neganta y Cala Portaló.