Lo primero que me sale decir de Sant Martí d’Empúries es: ¡Qué cantidad de historia en tan poco terreno!
Qué lugar tan especial por el que han pasado tan ilustres antepasados, desde los griegos, pasando por romanos, fenicios y normandos… Dejando su huella para que la podamos disfrutar ahora paseando por sus callejuelas medievales.
Es verdad que es un núcleo pequeño pero el encanto que tiene es insuperable, hay que pasear despacito y descubrir todos sus rincones.
La fachada de la iglesia es especialmente bonita, sobria y elegante, con el mar de fondo que la enmarca.
Es imprescindible pasar un rato en el mirador sobre la playa, impresiona ver la inmensidad del mar e imaginar que vemos los barcos griegos llegando con sus velas infladas por el viento.
Y ya que estamos en este punto, puedes bajar a la playa donde hay un chiringuito plantado en un lugar privilegiado por su belleza, aquí podrás disfrutar de un descanso con vistas inolvidables.
Quizás luego te apetezca pasear alrededor del pueblo entre los pinares y restos de muros con mucha historia.
Y así llegará el momento de la cena en una de las terrazas que hay frente a la iglesia, es el momento más animado del día, disfrútalo, pero te aconsejo que reserves antes porque suelen estar muy demandadas.
Después de cenar, regresa al mirador y volverás a ver todo de otra forma distinta e igualmente bonito.
Te invito a que conozcas también el casco antiguo de Castelló de Ampurias y visites las ruinas de Ampurias.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
Dirección Sant Martí d'Empúries, España
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