Viajar al Valle de Varradós

Adentrarse en el valle de Varradós es meterse en plena naturaleza de alta montaña. Es un placer circular por la estrecha carretera que discurre por la ladera norte en dirección al famoso Salto del Pez al final del tramo asfaltado.

Pero ya solo conducir por esta vía es un placer para los sentidos, disfrutando de las magníficas vistas entre kilómetros de bosques frondosos que resaltan con los colores típicos del otoño convirtiendo el paseo en un espectáculo para la vista.

¿Qué ver en el Valle de Varradós?

Te recomiendo que vayas parando y bajes del coche, disfruta de la magnificencia del paisaje del valle, saturado de árboles y en el fondo, el río que baja saltando entre las rocas.

Más arriba tienes que parar en una pradera que queda a mano izquierda, ahí hay una pequeña cabaña.

Desde este lugar podrás tener una visión preciosa del Aneto con sus nieves perpetuas, podrás hacer un alto e incluso un picnic sobre la pradera soleada, y seguramente, con la visita de algunos caballos que por ahí pastan tranquilamente.

Más arriba aún, llegarás a otra pradera también muy soleada, una maravilla de lugar rodeado de las cumbres ya más cercanas.

Hay infinidad de rincones para pasear, para hacer excursiones o simplemente contemplar este espectáculo de belleza natural.

También te aconsejo una visita a la pequeña ermita de Sant Joan d’Arrós que parece un pueblo en miniatura.

Visita el Salto de Pez y haz un picnic en Ariau de Cuveishic.