El otoño en el País Vasco está lleno de planes únicos y tradiciones que conectan a la gente con la naturaleza. Una de las tradiciones más entrañables es la recolección de castañas, una actividad que durante siglos ha sido una excusa perfecta para disfrutar de los bosques, el aire fresco y, por supuesto, saborear este delicioso fruto.
Si estás de visita en la región durante el otoño, no te pierdas la oportunidad de unirte a esta tradición local.
El País Vasco cuenta con numerosos bosques que en otoño se llenan de castaños y ofrecen un paisaje espectacular. Algunos de los lugares más conocidos para esta actividad son los bosques de Gorbea y Urkiola, ambos situados cerca de Vitoria-Gasteiz y Bilbao. En estos parques naturales, no solo disfrutarás de la búsqueda de castañas, sino también de rutas de senderismo en un entorno de naturaleza pura, con colores otoñales que harán tu paseo aún más especial.
Si prefieres un lugar menos conocido, el Monte Jaizkibel cerca de Hondarribia también es ideal para los recolectores más aventureros. Aquí, además de castañas, tendrás vistas al mar que te acompañarán durante todo el recorrido. Es un sitio perfecto para quienes buscan una experiencia más tranquila, alejada de las rutas más concurridas.
Los locales saben que el mejor momento para recoger castañas es justo después de las primeras lluvias de otoño, cuando el suelo está húmedo y los erizos (la cáscara que protege la castaña) comienzan a abrirse.
Para encontrar las mejores castañas, lo mejor es madrugar.
No te olvides de llevar guantes gruesos, ya que los erizos pueden pincharte, y una cesta para guardar tu cosecha sin dañarla.
Si es tu primera vez, un buen consejo es llevar una pequeña navaja para cortar las castañas y verificar si están en buen estado antes de recogerlas. Los locales también recomiendan evitar las castañas que ya están muy blandas o con agujeros, ya que es señal de que pueden estar dañadas por insectos.
Una vez que hayas terminado tu recolección, el siguiente paso es tostar las castañas, y aquí es donde la experiencia se convierte en todo un ritual. Si te alojas en una casa rural con chimenea, ¡no dudes en tostar tus castañas allí!
Pero si prefieres un plan más urbano, en ciudades como San Sebastián o Bilbao, es fácil encontrar puestos callejeros que venden castañas asadas en plena calle, envueltas en cucuruchos de papel. Comprar castañas asadas mientras paseas por las calles antiguas de estas ciudades es una experiencia tan simple como deliciosa, y te permitirá disfrutar de este manjar de la forma más auténtica.
Además de recoger tus propias castañas, puedes visitar algunos de los mercados locales que celebran el otoño con productos de temporada. El mercado de Ordizia, por ejemplo, es famoso por ofrecer castañas frescas en esta época del año, junto con otros productos como nueces, setas y sidra. Estos mercados son también un punto de encuentro para los locales, y si te acercas a alguno, seguro que podrás compartir alguna receta tradicional o aprender cómo se prepara el típico gaztaina erreta, castaña asada en euskera.
Aritz, natural de Irún y experto local en el País Vasco
Dirección Jaizkibel, España