El río Bidasoa te ofrece la oportunidad perfecta para disfrutar del rafting en un entorno natural espectacular. Situado en pleno corazón del País Vasco, este río, conocido por su cauce tranquilo en algunos tramos y más agitado en otros, es ideal tanto para principiantes como para aquellos que ya tienen algo de experiencia en deportes acuáticos.
¿Listo para una aventura llena de adrenalina y paisajes únicos?
El río Bidasoa serpentea entre montañas y valles, ofreciendo un recorrido que combina tramos de aguas tranquilas, perfectas para disfrutar del paisaje, y rápidos más emocionantes que garantizan una buena dosis de adrenalina.
A lo largo del descenso, estarás rodeado de vegetación frondosa y, con un poco de suerte, podrás avistar aves y otros animales que habitan en la zona. La experiencia es aún más impresionante cuando pasas por el Parque Natural de Señorío de Bertiz, un área protegida llena de biodiversidad.
Si puedes elegir, visítalo en primavera, cuando el caudal del río es mayor gracias al deshielo, lo que hace que los rápidos sean aún más divertidos. Además, la vegetación está en su máximo esplendor.
Sí, el rafting en el Bidasoa es apto para todos los niveles. Existen empresas que organizan rutas adaptadas a familias, principiantes o grupos que buscan una aventura más extrema. Dependiendo de tu nivel de experiencia, puedes optar por tramos más suaves o desafiantes. En cualquier caso, irás acompañado de guías experimentados que te darán instrucciones antes de lanzarte al agua y te acompañarán durante todo el recorrido para asegurarse de que disfrutes de la actividad con total seguridad.
Si es tu primera vez haciendo rafting, asegúrate de preguntar por las rutas más tranquilas y disfruta del paisaje sin preocuparte por la velocidad del agua.
El rafting en el Bidasoa no es solo una actividad para descargar adrenalina, sino también una oportunidad única para conectar con la naturaleza. A medida que avanzas por el río, descubrirás rincones escondidos que no son accesibles de otra manera. Algunos tramos del río son completamente salvajes, sin signos de civilización a la vista, lo que te permite desconectar del mundo exterior y sumergirte en la belleza del entorno.
Lleva una pequeña cámara resistente al agua si quieres capturar los momentos más divertidos o los paisajes que te rodean. Solo asegúrate de que esté bien sujeta, ¡para no perderla en el camino!
Para hacer rafting en el Bidasoa, no necesitas mucho. Las empresas que organizan la actividad te proporcionarán todo el equipo necesario, como el neopreno, casco, chaleco salvavidas y remo. Solo tienes que llevar un traje de baño, una toalla y algo de ropa seca para cambiarte después de la actividad. Si eres de los que sienten el frío fácilmente, una camiseta térmica debajo del neopreno te ayudará a mantenerte cómodo durante el trayecto.
Si tienes unas zapatillas viejas que puedan mojarse, llévalas. Son ideales para moverte por las rocas y evitar resbalones en las orillas del río.
El punto de inicio del rafting en el Bidasoa se encuentra cerca de localidades como Santesteban o Sunbilla. La mayoría de las empresas organizadoras tienen aparcamiento disponible cerca del río, por lo que no tendrás que preocuparte por dónde dejar el coche.
Aprovecha para visitar los pueblos cercanos al terminar la actividad. En Santesteban, por ejemplo, encontrarás restaurantes donde disfrutar de la gastronomía vasca, como el cordero a la brasa o los famosos pintxos.
Te recomiendo descubrir el Parque Natural de Aiako Harria y las cascadas del río Aitzondo.
Otra actividad que nos puedes perderte es la motora de Pasaia.
Aritz, natural de Irún y experto local en el País Vasco
Dirección Río Bidasoa
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