Parque Natural de los Valles Occidentales

El Parque Natural de los Valles Occidentales es un destino que promete aventuras inolvidables y ¡vistas que quitan el aliento!

Si eres amante de la naturaleza, la historia y la cultura, sigue leyendo, que te cuento todo lo que este paraíso puede ofrecerte.

Un tesoro natural en el corazón del Pirineo

Ubicado en el extremo noroccidental del Pirineo aragonés, el Parque Natural de los Valles Occidentales se extiende a lo largo de más de 27.000 hectáreas de paisajes vírgenes. 

Limitando al norte con Francia y al oeste con Navarra, este espacio natural te invita a explorar su magnífica representación de bosque atlántico y su enorme riqueza faunística. 

Parajes emblemáticos y biodiversidad excepcional

Dentro de sus límites, te esperan parajes tan emblemáticos como la Selva de Oza, Aguas Tuertas, el Castillo de Acher y muchos más. Cada uno de estos lugares ofrece algo único, desde frondosos hayedos hasta picos esculpidos por la acción de antiguos glaciares. 

La diversidad de la flora y fauna es simplemente asombrosa, con más de 1.200 especies de plantas y animales tan emblemáticos como ¡el oso pardo y el quebrantahuesos! 

Senderismo y rutas de descubrimiento

Una de las mejores maneras de conocer la belleza de los Valles Occidentales es a pie, recorriendo sus senderos. 

Desde el tramo del GR11 que une el refugio de Zuriza con Guarrinza hasta la ruta que se adentra en la Selva de Oza o te lleva hasta el impresionante ibón de Estanés, ¡cada paso es una nueva revelación!

Cultura y tradición vivas en el Parque Natural de los Valles Occidentales

Los Valles Occidentales no solo son un espectáculo natural, sino también un refugio de la cultura y tradición aragonesas.

¿Sabías que los pueblos que lo habitan, como Aísa, Ansó y Valle de Hecho, mantienen vivas sus variedades dialectales del aragonés y sus manifestaciones folclóricas? ¡Es algo único! 

El parque alberga la mayor concentración megalítica de Aragón y restos de calzadas romanas, testimonio de la rica historia que ha modelado estos valles. 

Explorar estos sitios, es adentrarse en un pasado remoto, donde cada piedra tiene una historia que contar. 

Aprovecha para visitar el pueblo de Hecho, Ansó o si vas durante los meses de invierno podrás disfrutar de las pistas de esquí en Candanchú.