Monasterio de Santa María de Vilabertrán

Desde muchos lugares se puede ver la torre campanario de estilo Lombardo (Siglo XII) del Monasterio de Santa María de Vilabertrán reflejando la luz ampurdanesa.

Aparece a veces entre los árboles con una majestuosidad que llama la atención por su belleza.

A medida que te vas acercando descubrirás todo un complejo románico en excelente estado de conservación con una larga historia a cuestas que habla de antes del año 1.000.

Visita al Monasterio de Santa María de Vilabertrán

Te aconsejo que no te pierdas la visita a tan interesante construcción.

Da un paseo por el exterior del monasterio y que tus sentidos te lleven a la observación de detalles arquitectónicos de gran belleza.

Incluso, sería bueno también leer algo sobre el lugar y así aprovechar más la visita.

Tampoco te puedes perder el pequeño pero maravilloso claustro del siglo XII, en el que parejas de columnas con sencillos capiteles delimitan el espacio abierto donde prospera la vegetación y el silencio monacal.

Dar un paseo por el claustro es una experiencia relajante y de paz, que es lo que se buscaba con este tipo de construcción y que tú ahora podrás experimentar.

De igual forma, no dejes de visitar otras dependencias como el refectorio, la sacristía y el dormitorio común de los monjes y, sobre todo, la gran cruz procesional, una joya de la orfebrería que llama la atención por sus dimensiones y la decoración gótica en plata dorada.

En la hermosa iglesia llaman la atención sus formas sencillas, como los arcos y capiteles que son de proporciones no muy grandes y están decorados de forma discreta con motivos vegetales, todo para dar un ambiente que ayuda a la trascendencia y a olvidarse del mundo.

Esta sobriedad te acompañará en toda la visita y te irá introduciendo en la belleza, la calma y la armonía.

Tiene la ventaja de que está muy cerca de Figueras y puede ser una experiencia más en tu ruta de visitas de la zona. Haz una parada en el museo de Dalí.