En Burgos se encuentra Las Merindades, un rincón histórico que sorprende a quienes lo visitan. Este conjunto de pequeñas localidades ofrece un paisaje diverso y un legado cultural que combina naturaleza, arquitectura medieval y tradiciones que aún perduran. Si buscas un destino diferente, lleno de encanto y alejado de las rutas más turísticas, Las Merindades es el lugar.
La historia se siente en cada rincón de Las Merindades. Este territorio, formado por varias localidades como Frías, Espinosa de los Monteros o Medina de Pomar, te transporta a la Edad Media con sus castillos, murallas y casas de piedra. En Frías, el castillo de los Velasco se alza majestuoso sobre un peñasco, ofreciendo unas vistas impresionantes del valle del Ebro. Este pequeño pueblo medieval, con sus calles empedradas y sus casas colgantes, es un lugar ideal para perderse y disfrutar de la tranquilidad que emana de sus rincones.
Las Merindades no solo es historia, sino también naturaleza en su estado más puro. El Parque Natural de Ojo Guareña, uno de los sistemas kársticos más grandes de Europa, es un destino perfecto para los amantes del senderismo y la espeleología. Sus cuevas, con más de 100 kilómetros de galerías subterráneas, te ofrecen un viaje a lo desconocido, donde podrás explorar la Cueva de San Bernabé y sus impresionantes formaciones geológicas.
Si prefieres un plan más tranquilo, pasea por los alrededores del parque y descubre las cascadas y los arroyos que atraviesan el valle. Las Cascadas de Pedrosa de Tobalina son una opción perfecta para refrescarte en verano.
Las Merindades es también un lugar donde las tradiciones siguen vivas. En Espinosa de los Monteros, uno de los pueblos más antiguos de Castilla, cada año se celebra la Fiesta de la Galleta, una tradición que reúne a los habitantes para recordar sus antiguas costumbres. Además, esta villa es famosa por su vínculo con los Monteros del Rey, una orden de guardianes que protegía a los monarcas españoles desde la Edad Media.
La gastronomía de Las Merindades es un reflejo de su entorno natural y rural. Aquí, los productos locales como la carne de ternera, el queso fresco y los embutidos son los protagonistas. No te puedes ir sin probar el famoso cordero lechal asado o las morcillas de Burgos, que en esta región se preparan de forma tradicional. En los pequeños restaurantes de las localidades del valle, podrás disfrutar de platos caseros elaborados con ingredientes de la zona.
Y si eres goloso, no te pierdas los dulces típicos como los sobadillos de Espinosa o las tartas caseras que se elaboran en las panaderías locales.
Un entorno perfecto para el cicloturismo Si te gusta el cicloturismo, Las Merindades es un destino excelente. Sus carreteras secundarias y sus senderos te permitirán recorrer el valle y sus pueblos de una forma diferente, disfrutando del paisaje a tu propio ritmo. El terreno es variado, con suaves colinas y alguna que otra subida que hará que el paseo sea más interesante para los ciclistas aficionados.
Aritz, natural de Irún y experto local en el País Vasco
Dirección Merindades, Burgos, España
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