En el diverso mapa español, existe un pequeño pueblo que, aunque modesto en tamaño, es grandioso en belleza y autenticidad. Estoy hablando de Monesma de San Juan, una joya escondida en el municipio de Illche, al sur del Somontano.
Enmarcado en el característico paisaje estepario del sur, Monesma de San Juan cobra vida gracias a los regadíos que permiten el cultivo de arroz.
Este verde panorama no solo alimenta a los sentidos, y es que ¿sabías que es hogar de diferentes especies de aves que conviven en la zona? Así, que ¡no olvides tus prismáticos!
La localidad te sorprenderá con una arquitectura popular muy interesante que sigue los patrones de la zona.
Y, ¿qué decir de sus habitantes? La familiaridad y sencillez de la gente de Monesma de San Juan te hará sentir como en casa.
Además, su privilegiada ubicación geográfica es perfecta para aquellos que desean explorar Barbastro, Monzón, Huesca, Lérida, la Sierra de Guara y, cómo no, el majestuoso Pirineo.
En el corazón del pueblo, se erige orgullosa la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una maravilla románica del siglo XII que nos remonta a los tiempos de la reconquista.
Su exterior puede parecer sobrio, con canecillos moldurados y una ventana adornada con doble arquivolta, pero es precisamente esta simplicidad y perfección de formas geométricas lo que realza su belleza.
Un monumento de una sola nave, que, sin duda, merece una visita.
No podemos hablar de Monesma de San Juan sin mencionar su emblemático pozo de la Cabañera.
En un terreno donde el agua es un bien escaso, los antiguos habitantes diseñaron estos pozos fuente, con rampas y escaleras que descienden a cámaras abovedadas donde se custodia este bien natural.
Aunque su agua “molla” no es potable, la ingeniosidad de este sistema captura la esencia de una comunidad que supo adaptarse al entorno. Y junto a él, las antiguas pilas para lavar hablan de las tradiciones y el duro trabajo de generaciones pasadas.
No puedo dejar de lado la curiosa casa hecha de botellas de champán, creada por Félix Sampériz Gistau. Aunque es una propiedad privada, su peculiar fachada es un espectáculo visual que no te puedes perder.
Además, la cercana Ermita de Santiago de Moneda y las festividades en honor a Santiago Apóstol en julio, añaden ese toque cultural y festivo que solo los pueblos españoles saben ofrecer.
Jara, natural de Panticosa y nuestra experta local en los Pirineos
Dirección Monesma de San Juan, Monesma, España
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