Ermita de Sant Onofre

Todos necesitamos liberarnos del estrés y compensar con una actividad que nos devuelva la calma al espíritu, dándonos un respiro como el de este paseo a la Ermita de Sant Onofre.

Que discurre por una pista ancha y plana, muy fácil de caminar.

Aquí no se trata de hacer un esfuerzo, es un paseo plano, sencillo y con unas vistas espectaculares sobre todo el Alto Ampurdán.

El camino a la Ermita de Sant Onofre

Caminarás por una pista a media montaña, todo el trayecto es muy aéreo y admirarás la grandiosidad de la naturaleza.

Podrás divisar, igualmente, toda la llanura de la comarca que se encuentra con el golfo de Rosas que, a modo de herradura, parece una gran presa de agua que en cualquier momento romperá e inundará toda la plana de cultivos.

La ermita, como un copo de nieve en medio del verde de la montaña, destaca con su blanca fachada, no pasa inadvertida, es un reclamo para que la gente suba y disfrute de este magnífico lugar.

Para llegar tendrás que caminar primero un rato y de repente, entre las copas de los árboles, aparecerá el tejado de la ermita, mostrando su característica situación de estar colgado sobre un peñasco al vacío de la llanura.

Podría haber sido perfectamente una fortaleza por su situación de vigía sobre un extenso territorio.

Hay, al lado de la ermita, un largo banco de piedra que sirve para el descanso de las personas que suben en romería.

A la sombra de los árboles el descanso es enorme, y paz en un silencio reponedor.

Vale la pena llevarse un picnic y pasar un rato allí arriba desconectado del mundo.