Disfrutar en la desembocadura del Fluviá

Se juntan en este punto una serie de aspectos que hacen de esta zona un lugar interesante para descubrir.

El río antes de fundirse con el mar se ensancha rodeado de cañaverales, ahí se puede practicar algún deporte náutico, y lo bueno que tiene es que está protegido del viento, las olas y corrientes del mar abierto. Aquí el agua está tranquila y llana.

Es singular la desembocadura por el corte que se forma en la playa creando pequeñas dunas de arena y playas que van cambiando según los caprichos del movimiento del agua.

Se ven entrar y salir embarcaciones que van a San Pedro Pescador o a algún embarcadero de algún camping.

Eso si la boca de la desembocadura está abierta, porque a veces se llega a cerrar del todo debido al oleaje y las corrientes.

Entonces, instalan una dragadora para sacar la arena acumulada, es un espectáculo por el chorro de agua y arena que arrojan con una manguera gigante que se convierte en una improvisada atracción para los niños.

Precioso entorno de la desembocadura del Fluviá

Otro aspecto son los humedales que forman parte del Parque Natural de los Aiguamolls, donde podrás ver vegetación exclusiva de estos entornos, así como fauna protegida.

El sendero que lleva a la playa pasa por esta zona donde hay otros senderos por donde pasear.

Y, por último, está este tramo de playa, junto a la desembocadura, de aspecto salvaje por no tener ningún chiringuito ni nada urbanizado cerca. Detrás sólo están los humedales y al fondo de todo, los Pirineos.

Toda una experiencia que te aconsejo hagas por las tardes si es verano, ya que la luz suave impregna todos los rincones y hace mucho más dulce este precioso paisaje.

Cerca del río Fluvià tienes los siguientes planes: Relax en el camino de las Nutrias, Parque Natural de los Aiguamolls y Pueblo Vilaür.