Descubriendo el pueblo de interior Vilajoan

Al acercarte a Vilajoan, nunca dirías que te vas a encontrar con algo bonito porque lo primero que verás son unas edificaciones agrícolas sin ningún encanto que tapan todo el pueblo.

Bueno, más que pueblo se puede hablar de aldea, ya que su tamaño es muy reducido. Aunque te asombrará la belleza que se esconde entre sus tres o cuatro calles sin asfaltar.

Todas sus casas forman una armonía de belleza, con sus fachadas señoriales salpicadas por afilados cipreses y paredes de piedra.

A medida que vas paseando desde la explanada de la iglesia irás encontrando rincones con mucho encanto, te asombrarás con la belleza de sus caserones.

Y de repente, girando una esquina, ahí está, ¡el castillo! Una hermosa edificación sobria junto al río, una sorpresa muy agradable.

De vuelta a la explanada donde está la iglesia románica, te aconsejo volver por la otra calle del pueblo, por donde podrás observar casas y jardines espectaculares.

Con una sensación de paz que transmite este lugar, te aconsejo un pequeño paseo circular por un camino que va junto al río.

La vuelta es entre campos de cultivo decorados por la presencia del pueblo al fondo.

En coche desde Vilajoan tienes a 15 minutos Figueras, a 25 minutos el pueblo medieval Besalú y a media hora el lago de Bañolas.