Un risco o montículo rocoso aparece al final de la llanura del Alt Empordà, en dirección a Llançà, y encima de él los restos del Castillo de Quermançó que vigila toda la comarca.
El castillo de Quermançó, desde su situación segura que le proporcionaban las rocas y los riscos pronunciados, controlaba el paso que va desde la costa de Llançà hacia la llanura.
Es un castillo con muchas leyendas e historias que hablan de magos, laberintos subterráneos que llegan hasta el Monasterio de Sant Pere de Rodes y la costa, tesoros, importantes documentos del archivo de los Condes d’Empúries y hasta el mismo Santo Grial.
Así que pasear entre sus muros te ayudará a imaginar lo importante que fue y lo deseado que ha sido durante generaciones.
Hasta Salvador Dalí se interesó por él para regalárselo a su musa Gala.
Tiene una de las vistas más bonitas para ver la puesta de sol sobre la comarca, vistas que contemplaron sus primeros habitantes antes de la ocupación romana y que ahora podrás sumarte a esta impresionante historia.
Está a tan solo 7 minutos de Llançà, puedes ir a su paseo marítimo, sus calas y otros puntos donde bañarse.
A 10 minutos se encuentra el pueblo de Perelada, donde también puedes visitar un castillo, disponiendo este de restaurante, cuidados jardines, casino y mucho más.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
Dificultad de la ruta o acceso
El acceso es muy fácil por un camino con partes de cemento. Hoy en día no se puede visitar el interior del castillo.
Dónde dejar el coche
El coche se deja en un tramo de la vieja carretera a Llançà y es gratuito.
Dirección Castillo de Quermançó, Vilajuïga, España
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