Cascada Blanca de Molières

Aventúrate a hacer este precioso paseo por uno de los valles más espectaculares por su belleza, que culmina con una maravillosa cascada metida en el bosque: la Cascada Blanca de Molières.

Circuito de la cascada Blanca de Molières

Se trata de una vuelta circular que tiene su origen y llegada en el aparcamiento que hay encima del túnel de Viella.

Yo te recomiendo que para llegar a la cascada no vayas y vuelvas por el mismo camino, es mucho más interesante ir por una antigua pista que sale por la derecha del edificio que hay en el aparcamiento y que va subiendo poco a poco hasta un bosque precioso de hayas.

Desde aquí ya podrás ver la cascada al fondo, es un marco bellísimo con las impresionantes montañas de fondo.

El tramo por el hayedo es una delicia y, además, aquí ya vas de bajada suave, tan solo el rumor de algún riachuelo rompe el silencio.

Más adelante, la visión de todo el valle es espectacular, de una belleza insuperable.

Llegada a la cascada Blanca de Molières

Pasado un pequeño puente de madera, te adentras en el bosque y de pronto, con el sonido anticipado del agua, aparece la gran cascada.

El agua baja con fuerza rebotando y salpicando en las rocas. La visión desde este punto es espectacular.

Te recomiendo que subas hasta lo alto del salto de la cascada, ahí hay una gran piedra en forma de cúpula desde donde tienes una panorámica del valle con el agua lanzándose al vacío a tus pies impresionante.

Regreso desde la cascada Blanca de Molières

Cuando vayas volviendo irás descubriendo rincones muy bonitos ahora que el agua baja más tranquila entre árboles formando meandros.

El sendero va bajando muy suave entre pastizales y grandes árboles sueltos, es un espacio muy abierto y soleado, la luz inunda todo el valle y los árboles en otoño se encienden como lámparas de tonos ocres y amarillos.

Te recomiendo que visites el barranco de Salenques, a 5 minutos en coche.

Otra cascada muy cercana es la Cascada de Besiberri.