Si quieres estar en una cala salvaje y agreste Cala Lladó es la que te va a gustar más.
Se encuentra entre pinares que llegan hasta el mar y hacen de marco perfecto a este enclave rocoso al que no es muy fácil llegar, aunque no por este motivo vas a estar solo porque ya es conocida su belleza.
Llegar requiere un pequeño paseo que no se hace pesado por las magníficas vistas del camino que, al ser aéreo, te da una visión panorámica sobre el mar, que en algún lugar es vertical por los acantilados.
Hay varias opciones para llegar desde el coche, puedes ir por el Camino de Ronda costeando o por alguna variante que acorta el trayecto por el bosque de pinos.
Una vez has llegado al punto, verás que hay una fuerte bajada entre árboles y rocas, deberás descender despacio por un tramo no muy largo.
Se hace un poco más arduo cuando te vas ya que hay que subir.
La cala es un amasijo de rocas desprendidas de los acantilados, pero hay rincones muy bonitos para poder instalarte.
Te aconsejo que vayas al lado izquierdo, allí hay unas rocas planas muy fáciles para caminar sobre ellas y poder instalar la toalla.
Esta cala se encuentra entre Cala Murtra y Punta Falconera.
Muy cerca también de Cala Rostella, te invito a hacer el camino que la conecta con Cala Murtra.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
¿Qué material necesitas?
Es imprescindible llevar calzado para meterse en el agua y caminar por las rocas.
Dónde comer cerca
No hay ningún bar o chiringuito, así que si vas a estar un buen rato mejor llevar agua y picnic.
Dónde dejar el coche
El coche se deja en el camino por donde pasa el tren turístico a la altura de los búnkers. Es un espacio para pocos coches y mejor ir temprano. Es gratuito.
Apto para niños mayores de
No es una cala para ir con niños, aunque hay quien se aventura con ellos. Todo son rocas y por su lejanía se pueden cansar.
Dirección Cala Lladó, Roses, Girona, España
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