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En el Port de la Selva, en la costa norte del Cap de Creus, la oferta de playas es insuperable, ¡hay más de treinta! Y todas se caracterizan por sus aguas limpias.
Encontramos desde grandes playas con arena fina hasta pequeñas y encantadoras calas de rocas escondidas y rodeadas de acantilados.
Platja de les Violetes, Platja d’en Balleu, Cala Fornells, Cala Cativa, Cala Corquell, Cala Medusa, Cala Serena, Cala Galera…
Puedes elegir una playa accesible en coche para pasar un día relajado o, si te despiertas con energía, puedes realizar una ruta caminando para llegar a las calas más remotas.
En el Port de la Selva hay un conjunto de calas a las que no se puede acceder en coche.
Se puede acceder a ellas por mar, ya sea en barca, en kayak o hasta a nado, o iniciar una excursión a pie para recorrer la costa y llegar a las calas que te propongas.
Si te animas a ir andando, deja el coche en el parking gratuito de la cala Tamariua, en el Port de la Selva.
En cala Tamariua verás los arbolitos “Tamarius” de donde viene su nombre, pero mejor pasa de esta cala, ya que en verano suele estar muy concurrida debido a su fácil acceso.
En este recorrido en busca de tranquilidad, visitaremos las siguientes calas remotas:
Desde el aparcamiento, toma el camino de ronda, y emprende el camino claramente señalizado con marcas amarillas, no tiene pérdida.
Bordeando la costa, en unos 15 minutos, llegarás a Cala Cativa.
A pesar de ser una cala desconocida tenemos varios datos sobre Cala Cativa, uno muy curioso es que sus aguas cristalinas y transparentes esconden a pocos metros los restos de una antigua embarcación que naufragó aquí hace más de veinte siglos, ¿a que no lo sabías?
Otro, es que esta cala presenta una caseta de pescadores en el sur de la bahía excavada en la propia roca, una antigua barraca donde se refugiaban del mal tiempo.
En esta cala un pequeño riachuelo deja sus aguas sobre todo si es en época de lluvias.
Desde Cala Cativa, continúa el recorrido superando el espectacular cabo Cap Mitjà, y en 13 minutos más llegarás a Cala Fornells.
Cala Fornells es una pequeña cala inserta en una profunda bahía. El sol dura hasta media tarde, y las rocas dan sombra.
Esta playa de unos 15 metros de largo está formada por guijarros, con algunas zonas de arena. Al estar rodeada de rocas puede llegar a dar una sensación de estrechez, pero el paisaje es tan bucólico y transmite tanta calma que sin duda vale la pena visitarla.
Y desde Cala Fornells, en tan solo 10 minutos llegarás a Cala Corquell, la última cala remota del recorrido, que, para finalizarlo, tendremos que volver por donde hemos venido.
El acceso a estas calas es relativamente largo, pero sin dificultades, por este motivo te las recomiendo si quieres escapar del bullicio veraniego.
Durante todo el trayecto disfrutarás de unas vistas con una gran belleza, pues desde aquí podrás ver las casitas blancas del centro del Port de la Selva y, en invierno, detrás de ellas, las montañas nevadas de los Pirineos.
Estas calas están orientadas al norte y noroeste, lo que las hace ideales para contemplar la puesta de sol. Verás que se para el tiempo, es una gozada.
Muy cerca tienes el Monasterio de Sant Pere de Rodes y el Castillo de Verdera, para continuar la jornada de visitas.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
¿Cuánto tiempo necesitas?
40 minutos ida, más 40 minutos vuelta, sin contar con el tiempo de bajar a las calas y disfrutarlas.
Dificultad de la ruta o acceso
Sin dificultades remarcables.
Dirección Cala Cativa, España
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