Si estás buscando el destino perfecto para una escapada de otoño, estás de suerte.
Broto, ese rincón mágico en la comarca de Sobrarbe, Huesca, con tan solo 577 habitantes, se transforma en una maravilla de colores durante esta estación.
Así que, ¿por qué no aprovechar algún fin de semana o puente para descubrir este pueblo y la naturaleza que lo rodea?
Cuando llega el otoño, Broto se viste de gala. Los árboles cambian sus verdes hojas por un manto de rojos, naranjas y amarillos, creando una paleta de colores que parece sacada de un cuadro impresionista.
Los senderos que te llevarán a las maravillas naturales de la zona se transforman en túneles de hojas crujientes, y el sonido de la cascada de Sorrosal se mezcla con el susurro del viento entre los árboles.
Es un momento ideal para caminar por los senderos y sumergirse en la belleza del otoño.
Antes de adentrarnos en la naturaleza, una parada obligatoria es la Casa del Valle, una construcción con una torre defensiva del siglo XVI que en su día sirvió como cárcel.
Las paredes de esta prisión aún conservan grabados realizados por los presos para combatir el tedio. Puedes visitarla en verano por las tardes y participar en visitas guiadas organizadas por el ayuntamiento de la localidad (asegúrate de reservar con antelación en la Oficina de Turismo de Broto). ¡Una oportunidad única para sumergirte en la historia del lugar!
En lo alto de Broto se encuentra la imponente Iglesia de San Pedro Apóstol del siglo XVI. Su torre almenada y su portada esculpida llaman la atención de cualquier viajero. ¡La robusta estructura de la iglesia parece un castillo!
Pero la verdadera joya de Broto es la espectacular Cascada de Sorrosal. A solo cinco minutos del pueblo, puedes llegar a ella fácilmente siguiendo un cómodo sendero.
La cascada es impresionante, especialmente durante la temporada otoñal, cuando muestra toda su belleza creando un espectáculo visual sin igual.
¿Te sientes con energía? ¡Anímate a ascender por la vía ferrata de Sorrosal! Esta emocionante ruta comienza justo en la cascada de Broto y ofrece un recorrido junto al barranco de Sorrosal.
Con una dificultad media y una duración estimada de 2 a 3 horas, es una experiencia que no querrás perderte.
Eso sí, solo apta para personas que no sufren vértigo, ¡porque la Vía Ferrata de Sorrosal tiene de todo, desde grapas en zonas verticales hasta puentes, pasamanos, cadenas y pequeñas cascadas. ¡Toda una aventura!
Después de todas estas emociones, seguro que tienes hambre.
A pesar de ser un pueblo pequeño, Broto tiene algunos restaurantes en los que puedes disfrutar de la deliciosa gastronomía del Pirineo de Huesca.
Te recomendamos especialmente el «Mesón Restaurante Sorrosal«, donde podrás degustar auténtica comida casera, preparada con cariño. Los camareros son atentos y amables, el ambiente es acogedor, y la comida es exquisita.
No te pierdas los canelones, los pimientos del piquillo con bacalao, la longaniza de graus a la parrilla y las chuletas de cordero de Broto.
¡Una verdadera delicia para tu paladar! Además, tienen opción vegetariana.
Así que, como puedes ver, Broto te espera con los brazos abiertos para ofrecerte una escapada llena de naturaleza, historia y sabores deliciosos.
¿A qué estás esperando? ¡Prepara tu mochila y lánzate a esta aventura que nunca olvidarás!
No te pierdas la oportunidad de visitar los bonitos pueblos de Torla-Ordesa, Boltaña y Aínsa.
Jara, natural de Panticosa y nuestra experta local en los Pirineos
Dirección Broto, España
Historias de otros viajeros
Regístrate para ver todos los planes