Al final del valle, antes de entrar en la zona más despoblada de Cataluña, te encuentras con Albanyà.
En el silencio y quietud que aporta una carretera sin salida, allí te lleva, no pasa de largo.
No es una larga visita porque es un pueblo de dimensiones minúsculas, aun así, es recomendable sentarse en la terraza del bar de la plaza mayor bajo un frondoso platanero desde donde hay unas vistas a las montañas de alrededor preciosas o, si lo prefieres, siéntate mirando la magnífica iglesia románica dedicada a San Pedro.
Antes de llegar al pueblo te recomiendo una visita previa a otra joya del románico, la iglesia de Santa María de Palau. Es cómodo llegar porque está al lado de la carretera. Al estar dentro de una finca particular se pide ser muy respetuoso.
Otro punto interesante, que no te has de perder por su belleza, es el puente sobre el río de La Muga, está saliendo del pueblo en dirección al camping.
Es una zona boscosa y entre medio discurre el río con unas aguas transparentes que reflejan los árboles dándole una tonalidad verdosa muy bonita. Hay varios puntos donde el agua es más profunda y forma piscinas para bañarse.
Todo el entorno es una maravilla de la naturaleza para caminar, ir en bicicleta o bañarse en el río.
Planes alternativos son: hacer un picnic en el río Muga, visitar las iglesias románicas del entorno de Albanyà, bañarse en los gorgs de Albanyà y visitar el Monasterio de Sant Llorenç.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
Dónde comer cerca
Hay dos locales donde comer en el pueblo, pero donde se come muy bien es en La Rectoría que es un hostal de caminantes y restaurante. Está frente a la iglesia.
Dónde dejar el coche
No hay un punto concreto para dejar el coche, pero no hay problema alguno.
Dirección Albanyà, España
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